Aprender inglés en el extranjero; sí ¿pero dónde?

Ok. Hemos tomado la decisión de hacer un curso el extranjero para aprender inglés. Y una vez tomada la decisión llega un aluvión de preguntas a responder: ¿dónde nos vamos? ¿Qué debemos tener en cuenta? ¿Qué tipo de alojamiento? Etc.

Ante todas estas dudas nunca viene mal, lápiz en mano, considerar una serie de factores cruciales a la hora de elegir el destino.

En European Idiomas creemos que aprender inglés en el extranjero es un «must» para dominar el idioma. Y también sabemos que estudiar inglés en el extranjero supone una gran inversión de tiempo y recursos.

Por ello, en este artículo queremos compartir contigo una serie claves a evaluar antes de elegir el destino. De modo que puedas aprovechar al máximo la experiencia educativa en el destino que mejor se adapta a tus necesidades.

Aprender inglés en una localidad pequeña o en una gran ciudad

¿Es realmente importante ir a una ciudad pequeña?

Una ciudad grande te proporciona una mayor oferta cultural, ambiente y atracciones. Las grandes ciudades también proporcionan un mayor anonimato si lo que buscas es pasar más desapercibido.

Pero en ocasiones las ciudades grandes pueden resultar incómodas si no se tiene un cierto nivel de inglés y provocar una experiencia no muy positiva. Largas distancias, líneas de metro caóticas y un ritmo de vida más acelerado no facilitan la vida en el día a día.

Una ciudad pequeña es diferente. Tienes todo más a mano y la gente –por lo general– está más dispuesta a ayudar en un ambiente más relajado.

Los desplazamientos son más cómodos en una localidad pequeña aunque la oferta cultural y de ocio puede resultar limitada para los más inquietos.

Acentos en inglés ¿suaves o marcados?

Cuando tenemos un nivel avanzado los acentos dejan de asustarnos y cuesta menos tiempo adaptarte a ellos, nos da igual ciudad, región o país. Al final nos adaptamos a ello por lo que este punto podemos pasarlo por alto.

Si por el contrario tenemos un nivel algo más básico la cosa cambia bastante. Ya de por sí, con un nivel bajo, tendemos a tener dificultades a la hora de identificar palabras, enlazarlas unas con otras y entender un discurso. Oímos un ruido, un solo bloque que somos incapaces de identificar y analizar.

Una ciudad con un acento suave y claro puede facilitarnos mucho las cosas, evitar frustraciones innecesarias y malos ratos. En este sentido, localidades en la zona sur de Reino Unido como Sussex o East Sussex, puede ser una buena opción.

Por el contrario ciudades como Liverpool, con su acento marcado, harán que nuestra adaptación sea más lenta y pasemos los primeros días intentando descifrar qué nos ha dicho el taxista o la chica del súper.

Accesibilidad desde la ciudad de origen

¿Qué tiene que ver mi nivel de inglés con que mi destino sea más o menos accesible?

Todo influye. Cuando nuestro nivel de inglés es bueno nos da igual que haya que coger un avión, dos autobuses y 2 horas de tren para llegar a nuestro destino. Pedimos información y nos vamos. Sin más. No hay complicaciones.

Cuando tenemos un menor nivel de inglés todo es más complicado. No entendemos qué nos están diciendo, ni las direcciones ni los carteles que me indican que vaya a la plataforma número 4. Y a veces sí entendemos pero nos queda la eterna duda de si lo hemos entendimos correctamente.

Toda esa logística, en lugar de ir disfrutando del trayecto hará que se nos haga pesado y vayamos tensos hasta llegar a destino.

¿Se puede hacer? Por supuesto que sí. Sink or swim. Al final te harás con ello. Pero es un factor a tener en cuenta para aprovechar el tiempo y disfrutar al máximo.

Alojamiento en familia nativa o en residencia

Otro dilema, ¿alojamiento en una residencia de estudiantes o junto a una familia nativa?

Nuestra recomendación, pensando en el rendimiento académico y la inmersión lingüística siempre va a ser la familia. Además de poner en práctica tu inglés de la mañana a la noche te permite empaparte de otra cultura de primera mano.

La desventaja de las familias en las grandes ciudades suelen estar en la distancia que las separa de los centros de estudios.

En ciudades como Londres es sumamente difícil, por no decir imposible, encontrar alojamiento en familia a una distancia de la escuela que podamos recorrer a pie. Las áreas residenciales suelen estar a las afueras y un poco alejadas, permitiéndose así casas más grandes y espaciosas.

Cuando la ciudad o el pueblo son pequeños en extensión este aspecto es más favorable.

Si nos alojamos en residencia ese problema desaparece en la mayoría de los casos, ya que estas suelen estar bastante cerca de las escuelas de inglés. ¿Merece la pena? Por supuesto, pero nos perderemos esa taza de té a las 17:00 y las sobremesas para no parar de aprender inglés.

En qué época del año viajar al extranjero

Hoy en día, vayamos donde vayamos, vamos a encontrar españoles en cualquier país en el extranjero. La crisis, la globalización y nuestra propia forma de ser hacen que estemos en todos los lugares y nos identifiquemos en los bares por nuestro tono de voz.

Dejando un poco de lado los tópicos, hay que tener muy claro dónde y cuándo nos vamos.

Si nuestro destino es Londres nos vamos a encontrar españoles siempre, ya sea trabajando o de vacaciones, en cualquier época del año.

El caos aparece en verano. De Londres hacia abajo nuestra presencia es más que notable. Parece que vayamos buscando un haz de luz. Cuanto más al norte, más frío y más humedad, pero también notaremos ese aislamiento y esa inmersión que hemos venido buscando.

Salir de casa, ir a tomar un café o a conocer gente puede convertirse en una experiencia maravillosa o acabar en una reunión de españoles tomando cañas en una terraza.

El factor económico

Quizá el punto que más miramos y más tenemos en cuenta a la hora de elegir destino.

Pero más allá del coste del viaje, el alojamiento y el centro de estudios es oportuno valorar el coste del nivel de vida una vez allí. Cuanto más larga es la estancia más relevante es este factor.

No cuesta lo mismo pasar un mes en Londres que en Stratford-upon-Avon. El resultado va a ser el mismo desde el punto de vista académico pero el impacto en nuestra economía puede variar considerablemente.

Escuchar a los que ya tienen experiencia aprendiendo inglés en el extranjero

Conversar con otros estudiantes que hayan viajado para aprender inglés en el extranjero te aportará mucha información de valor, tendrás una referencia más y quizá identifiques algún aspecto que pudieras haber pasado por alto.

También es acertado escuchar a profesionales del sector. Transmíteles tus consultas e inquietudes. Quienes trabajamos en este sector habitualmente somos gente con muchos viajes de idiomas a la espalda y contamos con el «feedback» de multitud de estudiantes, familias, centros de estudios y otros profesionales en el extranjero.

La decisión final es tuya, de esto no hay duda, pero nunca está demás valorar los aportes de los demás.

¿Otros factores?

En este artículo hemos repasado algunos factores a tener en cuenta a la hora de elegir el destino en el que aprender inglés en el extranjero.

Pero quizá tú estás valorando algunos otros aspectos. Si es así, estaremos encantados de conocerlos y dar respuesta a tus consultas en los comentarios.